domingo, 15 de junio de 2014

EL PADRE: EL PILAR DE SU HOGAR

Mientras caminaba por una playa de Ecuador pude ver a dos niños de cuatro o cinco años de edad jugando en las pequeñas olas que llegaban a la orilla. Saltaban y corrían de un lado al otro con la seguridad de que unos metros más atrás, sus pasos estaban siendo cuidados. Por unos minutos me quede a ver la escena, ¿a quién no le alegra el día oír la sonrisa de dos pequeños disfrutando de las cosas más simples de la vida? Para mi sorpresa había alguien que se regocijaba mucho más que yo: Sus papás, quienes se acercaron a ellos con toallas, los abrazaron, los secaron, mientras les decían que había llegado el momento de irse. Los cuatro se dieron la mano y se despidieron, cada uno agarrado de sus pequeños, mientras conversaban como grandes amigos.

A menudo solemos pensar que ser padre es un rol que va por debajo del  papel de una madre. Nadie niega que las mujeres sean el hogar de su hijo durante nueve meses que dura la gestación y que de allí nace un lazo de amor infinito inigualable. Sin embargo, hay que recordar que el padre pasa a ser los pilares de ese hogar para toda la vida.
Los padres que han logrado vencer las tradiciones ancestrales de ser solo proveedores, de su hogar, comparten el gozo en la crianza de los hijos y hablan de "una nueva dimensión en la convivencia familiar". Cada día son más los padres presentes en el quirófano en el momento del nacimiento de sus hijos, en los cursos prenatales y de posparto para capacitarse en el cuidado del bebé y de su esposa.
La voz del padre es de importancia suma: da seguridad, confianza en el porvenir, establece los límites de la conducta infantil, y cierra el círculo del amor que debe rodear al niño. El padre proporciona un elemento único y esencial en la crianza del hijo y su influencia es poderosa en la salud emocional. La madre le dice: "con cuidado", y el padre le dice "uno más", al estimular al pequeño a subir otro peldaño para que llegue a la cima.


Hay que dejar a un lado la guerra de quién es mejor, papá o mamá y más bien motivar a que estos maravillosos personajes sigan siendo el héroe de su hogar. 



Papi: Una mirada seria guarda el corazón más abundante de amor.



                                Mi abuelito: Hasta hoy nos sigue ensenando cómo se lucha...

No hay comentarios:

Publicar un comentario